Caminos de seducción: belleza de pies

Pies sanos y bellos predisponen a enfrentar la vida con paso fuerte y seguro. Aquí algunos secretos que hacen de los pies un motivo de admiración.

Seducen cuando lucen saludables. En verano son obras de arte a los que unas lindas sandalias les brindan un marco fashion. También son el soporte del cuerpo y cuando duelen se nota en la cara. Los dedos actúan como palancas y cuando por cualquier razón cumplen imperfectamente su papel, también se descompensan la cadera y la espalda.
Pies, un tesoro a cuidar
Las mujeres se suelen ocupar de las manos cada quince días, sin embargo, los pies quedan relegados a un segundo plano y uno se acuerda de ellos solamente cuando duelen. Ocho de cada diez personas tienen algún problema en sus pies y para resolverlos se vuelve imprescindible una consulta con el médico especialista. Sin embargo, la estética también es importante, aquí algunos puntos clave a tener en cuenta para aliviar los trastornos más frecuentes que aquejan a nuestros pies:
Baño de pies para vencer al estrés
Atenuar el estrés es importantísimo. Uno de los procedimientos idóneos para combatir el cansancio es el baño de pies. Está comprobado que la relajación derivada de poner los pies en agua tibia, potenciada con esencias antiinflamatorias y relajantes, es sumamente beneficiosa porque la ansiedad excesiva -a la vez origen y consecuencia del estrés- incrementa la transpiración de manos y plantas de los pies, con el resultado de grietas, micosis y lesiones interdigitales. El mejor ejercicio para los pies es caminar descalza por la casa, sobre césped o en la arena de la playa. Después hay que lavarlos bien y secarlos con cuidado, especialmente entre los dedos.
Uñas en forma
Es importante mantener bien cortadas las uñas de los pies, lo que prevendrá la formación de espículas que se introducen en la carne causando molestias. Es importante hacerlo en línea recta y suavizar los bordes con lima.
Grietas, problema con solución
Aparecen por déficit o exceso de sudoración. Las del talón pueden deberse a un calzado inestable que permite desplazamientos laterales. El remedio más eficaz es la hidratación mediante pediluvios enriquecidos con productos adecuados.
Durezas que atormentan
Las durezas son capas de piel muerta, superpuestas. Los callos aparecen por roce, presión o compresión cuando el calzado no se adapta a la forma y al movimiento natural del pie. Suelen localizarse en las plantas, sobre los dedos y los ojos de gallo interdigitales. El remedio es proteger la parte afectada mediante cremas que actúan como un guante invisible, de acción prolongada. Estos productos restauran continuamente la epidermis e impiden la formación de las molestas y antiestéticas durezas. Después del baño se impone aplicar, en las áreas callosas y en las cutículas, una crema ablandadora. Luego de dejarla actuar unos 5 minutos, con un palillo de cutícula, se deben liberar las uñas de piel seca. Los callos y durezas se eliminan con piedra esmerilada: hay que frotar suavemente en una sola dirección, para evitar lesiones de la piel. Luego, mediante masaje, puede aplicarse una capa delgada de loción gel que dejará la piel suave y tersa; enjuagar y secar bien. Completar la nutrición con una crema restauradora que mantendrá la flexibilidad de la piel.