jueves, 18 de junio de 2009

El Punto G y la Eyaculacion Femenina

Se ha escrito mucho sobre el punto G desde hace tiempo. Este tema se ha quedado en una especie de “stand by”, ya que no se ha tratado de manera adecuada por los especialistas, que no han fijado una posición clara en torno a esta parte del aparato genital femenino. Realmente existe el punto G, y hay múltiples estudios que lo confirman a nivel fisiológico. Incluso, hay evidencia de una próstata femenina, que es lo que se podría denominar punto G.

Por otro lado, pensar anteriormente en una eyaculación femenina era algo como sacrílego, pero ya al día de hoy se sabe también que a nivel fisiológico las mujeres son capaces de expulsar un líquido por la uretra cuando tienen un orgasmos bien intenso, que no es orina, pero tampoco es lubricación vaginal, y es precisamente lo que se conoce como eyaculación femenina. Esta eyaculación no es semen como el del hombre, sino que tiene sus particularidades químicas bien definidas, y no tienen nada que ver con lo que expulsa el hombre.

Lo que la gente conoce como clítoris, tiene mucho que ver con todo esto, obviamente, mirándolo desde un punto de vista estructural más completo, y no lo que la mayoría entiende que es el clítoris. De manera externa se puede apreciar que el clítoris es solo como un pequeño botón que apenas sale para dejar ver su cabecita fuera de un capucho, y se piensa que esto es el clítoris. Esa pequeña cabecita, es simplemente un 5% de lo que es un aparato clitorideo más completo, y que está soterrado por debajo de los órganos genitales y se extiende a ambos lados de la vulva por su parte interna. El punto G es parte de todo este aparato, y por consiguiente estimular a una mujer adecuadamente, implica tocar todas las zonas de sus genitales, y no solamente la parte externa del clítoris.

Se presume que para que una mujer pueda llegar al punto de una eyaculación, hay que hacer una estimulación adecuada del punto G. Y más, aun hacer una estimulación a tres niveles: 1. clítoris, 2. punto G, 3. Fondo de la vagina con penetración profunda. No es que haya que hacerla al mismo tiempo, pero si dedicarle un buen tiempo a estimular cada una de estas zonas. Dejando quizás para el final, la penetración profunda.

También para poder una mujer eyacular, tiene que estar en un estado de relajación adecuado. Algunos expertos consideran que mientras la mujer se mantiene tensa, se le hará imposible llegar a estados de excitación lo suficientemente adecuados como para disparar una respuesta orgásmica que la lleve incluso a expulsar este líquido.

La forma más directa de conseguirlo es estimulando de manera directa el punto G. Esta zona no es visible, por lo que la mujer tendrá que hacer ejercicios exploratorios para poder encontrarlo, pero tampoco es algo muy complejo. Basta con introducir el dedo mayor de la mano en la vagina, a mas o menos una pulgada de distancia, buscando en la pared frontal alguna zona rugosa o sobresaliente. Tiene que hacerlo de forma pausada y con tranquilidad, como quien está curioseando en búsqueda de algo importante. Encontrada la zona, comienza a rozarla de manera reiterada hasta que vayas sintiendo una sensación mucho mas agradable y profunda cada vez.

Aquellas personas que sean capaces de no quedarse en la visión tumultuaria de la humanidad, podrán alcanzar cosas insospechadas. En tal sentido, no te cuesta nada probar y ver si logras encontrar esta zona y conseguir eyaculaciones. Incluyendo que, los orgasmos provocados a través del punto G, son súper intensos y crean una especie de movimientos corporales que la mujer no puede controlar, acompañados de un placer mucho mayor que cualquier orgasmo que experimentaras jamás.

FUENTE DRA ANA SIMO

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